El rol de consultor o consultora externa

06-11-2025

Por Carlos Blé Jurado

Típicamente, acompañamos a empresas de producto digital componiendo equipos mixtos, con personas que vienen de Lean Mind y con las contratadas en plantilla por dichas empresas.

Nos sentimos parte de Lean Mind y parte de nuestros equipos en cliente. Tanto es así que llamamos colaboradoras a nuestras empresas clientes.

En el día a día trabajamos como si fuéramos parte de una única organización, realizamos el mismo trabajo. Si alguien que no conoce al equipo les observara durante un rato no sabría decir qué organización paga las nóminas a cada persona.

Sin embargo, como colaboradores externos debemos matizar la actitud de servicio, de manera que cumpla con la expectativa de quien nos contrata. Siempre que se establece una relación de colaboración existe una expectativa por parte del cliente, se haya expresado implícitamente o no.

Hay que averiguar cuál es y que todo el mundo la tenga clara de manera explícita. Como cada cual entiende una cosa distinta por "consultoría", al igual que existen muchas formas de implementarla. Hay empresas consultoras que trabajan prácticamente como agencias de reclutamiento, enviando a cliente gente que acaban de contratar y que no conocen de nada.

Con este panorama, es inevitable que haya quien recurra a Lean Mind buscando developers que puedan contratar en plantilla en algún momento. Sin embargo, esta no es nuestra aspiración, no somos una agencia de reclutamiento ni de trabajo temporal.

Nuestro objetivo es acompañar a equipos e individuos para que crezcan profesionalmente y los negocios prosperen.

Va mucho más allá de escribir código en un proyecto. Cualquier persona que trabaja en Lean Mind tiene en mente ese objetivo; contribuir al desarrollo profesional y personal de las personas con las que trabaja, que las empresas que nos contratan sean prósperas, que hagan mejores productos digitales.

Acompañamos para la mejora, sabiendo que en algún momento nos marcharemos, puesto que no queremos crear una relación de dependencia indefinida en el tiempo.

Está claro que cada leanminder lo hará desde su experiencia, no se espera lo mismo de alguien con 10 años de experiencia que alguien con 2. Aunque la experiencia y los conocimientos no sean los mismos, la actitud seguirá siendo la de acompañar para crecer, durante un periodo de tiempo acotado. Cada cual lo hará con sus recursos, con la formación que recibe en Lean Mind y con el apoyo de las personas con más experiencia ¿Qué rasgos tiene esa actitud?, ¿en qué nos distingue en el día a día? Para responder a esta pregunta tendríamos que recordar cuál es el perfil de nuestro cliente ideal: es aquella organización que comparte valores con la nuestra, es decir, que valora cómo trabajamos, que aspira a mejorar y que tiene un propósito noble. De una manera sutil, respetuosa y humilde, como colaboradores externos tenemos el compromiso de:

  • comprender cómo gana dinero nuestro cliente o cuáles son sus métricas de éxito.

  • conocer cuáles son sus objetivos (para enfocarnos en ellos).

  • ayudar a priorizar las acciones que tengan mayor retorno de inversión para el negocio (acompañar en la estrategia).

  • cuestionar los dogmas, procesos y herramientas de la organización a la que llegamos: la gente que lleva mucho tiempo allí se ha acostumbrado a vivir con dolores que no son necesarios, dan por hecho que las cosas son así.

  • identificar y trabajar en todo aquello que se puede mejorar; siendo firmes con el asunto y delicados con las personas, hasta conseguir progreso.

  • elevar los conflictos que no se consigan resolver hasta donde sea necesario para que se resuelvan.

  • denunciar cualquier falta de respeto, humillación o cualquier abuso de poder del que seamos testigos.

  • compartir nuestros conocimientos sobre prácticas de ingeniería y también sobre habilidades blandas, como la comunicación no violenta, la entrega de feedback, la resolución de conflictos...

  • pedir ayuda siempre que nos haga falta, y ayudar cada vez que nos lo pidan.

  • difundir la cultura Lean Mind, un ejemplo viviente de organización donde las personas crecen y prosperan.

Tenemos cuidado de no entrar como elefante en cacharrería, lo primero que hacemos es observar y aprender cómo funciona todo, allá donde vamos. Antes de sugerir o pretender cambiar nada, hay que comprender a los demás, ponerse en su lugar, conocer su historia. Esto puede llevar semanas o meses.

Es por todo esto que, en nuestro caso, las habilidades blandas o habilidades reales, son incluso más importantes que las técnicas.

El trato a las personas debe ser exquisito, profesional y a la vez cercano. Una de mis motivaciones principales para hacer el podcast, ni cero ni uno, es transmitir estas habilidades reales.

Estamos demostrando que existe un modelo de empresa centrada en las personas, que es viable y rentable. Ahora también queremos demostrar que existe un modelo de consultoría que no es el body shopping, que impulsa el desarrollo de personas y organizaciones con eficacia.

De ahí nuestro lema: GOOD {CODE} PEOPLE. Buenas personas que escriben buen código, comprometidas con el desarrollo sostenible, la mejora continua y el impacto positivo en los equipos con los que trabajamos.