En las empresas que solucionan problemas mediante el desarrollo productos digitales, el conocimiento de los procesos, de las reglas de negocio y del código, es uno de los activos más importantes. Es un requisito fundamental para satisfacer la demanda de los clientes y para progresar más rápido que la competencia. A menudo, ese valioso activo no se gestiona de manera deliberada, sino que reside en la cabeza de las personas con más antigüedad en la empresa.
El no tener ningún plan de actuación para distribuir y actualizar ese conocimiento, supone un gran riesgo para la compañía. A lo largo de los años, he visto empresas sufrir crisis traumáticas cuando una o varias de las personas con más experiencia, decidieron marcharse. Es problemático, tanto si son personas no técnicas, como cuando son developers, sobre todo si el código es duro de entender y las personas que se marchan son las que se sabían todas sus trampas y trucos. También he visto empresas que estaban coaccionadas por personas con décadas de antigüedad, que boicoteaban los planes de la dirección y creaban mal ambiente, pero que nadie se atrevía a despedir por su profundo conocimiento de los procesos o del código. Nadie quiere verse en una situación como esta, aunque pocos equipos directivos toman cartas en el asunto para evitar que suceda. No hacer nada es también una decisión y me temo que no es la mejor.
A la hora de tomar la decisión de apoyarse en empresas externas para progresar, puede preocupar que sean personas “de fuera” las que estén desarrollando módulos clave para el negocio. Es una preocupación lícita, porque en teoría tienes menos control sobre una empresa externa que sobre lo que ocurre en tu empresa. Claro que esa teoría parte de muchas premisas que podríamos hacer explícitas mediante preguntas:
Tener a los empleados de la propia compañía trabajando en las partes más core o centrales, y delegar lo menos estratégico en empresas externas, no es una garantía; y menos en un sector con tanta rotación como el nuestro. No estamos hablando de fábricas de conservas, sino de equipos de desarrollo de software, una de las profesiones más demandadas que existen ahora mismo. Si piensas que contar con una empresa externa supone un problema para conservar el conocimiento, es posible que ese problema también lo tengas sin la empresa externa. Puede que ese factor externo haya puesto de manifiesto que por delante hay bastante trabajo por hacer.
Quizá tengas una idea preconcebida de cómo es la colaboración con una empresa externa, aunque no todas las entidades y las relaciones entre ellas son iguales. Antes de descartar a una empresa que puede ayudarte a alcanzar tus objetivos de forma más rápida, rentable y sostenible en el tiempo, merece la pena alinear las expectativas.
Para mitigar el riesgo de perder el control, se necesitan planes concretos. Es una labor que requiere dedicación y que merece la pena, porque el retorno de la inversión es muy alto. En Lean Mind, trabajamos con metodologías de éxito probado en cuanto a la gestión del conocimiento y a la homogeneidad de la cultura del equipo.
La distribución del conocimiento es un principio fundamental en Lean Mind, por lo que las prácticas de pair programming y mob programming son fundamentales y de uso diario. ¿Alguna vez trabajaste con una empresa que usara estas técnicas?, ¿las conoces?, ¿quizá piensas que se trata de una pérdida de tiempo? Nosotros no lo vemos como un desperdicio de recursos, sino como una inversión en calidad, que garantiza que el conocimiento se queda en el equipo y consigue una mayor velocidad de desarrollo en el medio y largo plazo, al caer en picado la complejidad accidental. El cuello de botella de los proyectos nunca estuvo en el teclado, no tiene nada que ver con la velocidad a la que se escriben líneas de código. Lo que ralentiza los proyectos es la complejidad accidental, así como la falta de conocimiento y de comunicación en las organizaciones. Cuando no se invierte tiempo en tener conversaciones cara a cara, es muy difícil que alcancemos una velocidad de crucero, que permita entregas de valor frecuentes y constantes.
Nuestra propuesta de valor es formar equipos mixtos bien cohesionados, donde no haya diferencia de trato hacia las personas que lo conforman, sean de la organización que sean. Nuestra metodología evita que se formen silos de conocimiento.
Desarrollar software es mucho más que escribir código: es comunicarse, dialogar, debatir, compartir, documentar… Además del trabajo en grupo diario, invertimos tiempo periódicamente en sesiones divulgativas sobre el negocio y sobre la tecnología, documentándolas en vídeo y en otros formatos. Nuestro trabajo consiste en cuestionar las decisiones de negocio para co-crear mejores estrategias, buscando el máximo impacto y beneficio para nuestros clientes. No somos una empresa de “pica teclas”, sino el equipo de asesores que te lleva al siguiente nivel, tanto a nivel estratégico como técnico.
En cuanto al código, escribimos completas baterías de test automáticos con nombres expresivos, agrupados por contexto de negocio para eliminar los problemas de regresión y, además, para que quede una documentación viva, que explique minuciosamente el funcionamiento de cada artefacto del software.
Trabajar con la colaboración de una empresa externa como la nuestra, hace explícita la necesidad de que el conocimiento se comparta, para que no dependa de unas pocas personas. Así como existen empresas externas que ayudan a que cumplas con unos ciertos estándares de calidad de procesos, Lean Mind te ayuda a construir buenos productos de manera sostenible en el tiempo. Nuestra forma de trabajar fomenta la libre circulación del conocimiento, así como el aprendizaje en tecnología y negocio. Compartir lo aprendido con todo el equipo es parte de nuestra labor, así como lo es ayudar en la formación y el desarrollo de las personas.
De cara a la estabilidad, incluso es probable que una empresa externa se mantenga por más tiempo al servicio de su cliente (cuando la relación es sana), que un empleado o empleada que siente que no avanza y termina por cambiar de aires. Cuando contratas a una empresa externa, no estás contratando a personas, sino al servicio de una organización que se compromete a estar a tu lado, independientemente de que las personas de un lado u otro decidan cambiar de rumbo.
Como es natural, las experiencias pasadas nos condicionan al hacer proyecciones futuras aunque… no todas las empresas son iguales ¿Qué te parece si hablamos?, nos encantaría saber lo que tienes en mente 😊
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