Ciclo de Vida de un Error (Bug) en el Software
18-10-2023
Los errores, o "bugs", son fallos o defectos que ocurren en el software, afectando su funcionamiento correcto. El proceso mediante el cual estos errores se identifican, se informan, se gestionan y finalmente se resuelven es lo que se conoce como el ciclo de vida de un error. A lo largo de su ciclo de vida, un defecto atraviesa diversas etapas, cada una con sus propias actividades y responsabilidades. A continuación, se presenta una visión detallada de estas etapas, las cuales son fundamentales para garantizar una alta calidad del software y un flujo de trabajo de desarrollo optimizado.
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Descubrimiento del Bug: En esta etapa inicial, un usuario, un tester o una herramienta de prueba automática identifica un error. Los bugs pueden ser encontrados durante diferentes actividades de prueba, como pruebas funcionales, pruebas de regresión o incluso durante el uso en producción.
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Reporte del Bug: Una vez descubierto el bug, es esencial reportarlo al equipo de desarrollo o a la administración del proyecto. Este informe suele incluir una descripción detallada del problema, pasos para reproducirlo, el entorno en el que surgió y cualquier otro dato relevante que facilite su corrección.
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Priorización y Triaje del Bug: Luego de ser reportado, el bug pasa por un proceso de triaje. Aquí, se evalúa su severidad y prioridad. Mientras que la severidad indica el impacto en el sistema, la prioridad determina el orden en que se abordará el bug. Esta etapa es crucial para establecer qué errores se solucionarán primero según su importancia y urgencia.
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Asignación del Bug: Después de triar el bug, se asigna a un desarrollador o un equipo de desarrollo para su corrección. Este desarrollador analizará el informe y tratará de reproducir el problema para comprender mejor su causa raíz.
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Corrección del Bug: Aquí, el desarrollador intenta solucionar el error, lo que puede implicar modificar el código fuente, archivos de configuración u otros componentes relevantes del software. Una vez implementada la solución, se llevan a cabo pruebas para confirmar que el bug ha sido resuelto y que no se han introducido nuevos problemas.
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Verificación del Bug: Una vez corregido, el software es sometido a pruebas de verificación. Los testers vuelven a evaluar la funcionalidad afectada para garantizar que el error ha sido solucionado. Si el bug sigue siendo reproducible, se reabre y se devuelve al desarrollador para una mayor investigación y corrección.
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Cierre del Bug: Al confirmar que el error ha sido resuelto en la etapa de verificación, se cierra el bug. En este punto, se considera oficialmente corregido. Los detalles de la resolución se registran y el bug se retira del sistema de seguimiento o se marca como cerrado.

¿Alguna vez te has preguntado por qué llamamos "bug" a un error en la programación? La respuesta nos lleva a los años 40. En ese entonces, las computadoras eran enormes máquinas electromecánicas que usaban cables e interruptores para programar. Un día, la computadora en la que trabajaba el equipo de Grace Hopper, una pionera en programación, tuvo una falla. La causa: una polilla había quedado atrapada en uno de los interruptores. En el registro, pegaron la polilla y anotaron que se encontró un "bug" en los circuitos. Así nació la icónica terminología que hoy usamos para referirnos a errores en el software.
📌 Conclusión
Aunque el ciclo de vida del bug puede variar según la metodología de desarrollo y las prácticas específicas de una organización, comprenderlo es vital. Esto no solo ayuda a optimizar el proceso de resolución de bugs, sino que también mejora la calidad del software y el flujo de trabajo en desarrollo.